jueves, 7 de abril de 2011

Da Vinci, Leonardo


 
INTRODUCCION


Leonardo da Vinci es considerado uno de los grandes maestros del Renacimiento, pero la mayoría de las personas desconoce su lado como científico. Esta biografía aparte de ahondar en su vida y sus obras artísticas quiere mostrar los avances científicos que este gran personaje produjo.


Su vida no estuvo exenta de la controversia y fue acusado de homosexual, lo que en su época implicaba un juicio ante la Inquisición y si era encontrado culpable la muerte en la hoguera, pero nunca lograron probar la acusación aunque a lo largo de su vida estuvo rodeado de jovencitos y nunca se caso.


Sus proyectos fueron muchísimos pero pocos fueron acabados por él, por diferentes circunstancias; aunque actualmente los psicólogos le confieren una personalidad muy dispersa preocupada por investigar y seguir investigando sin llegar a nada concreto en la realidad o nada que saliera de los dibujos.


SU VIDA


Leonardo di ser Piero da Vinci (FIGURA 1) es uno de los grandes genios del Renacimiento, se destacó como artista, inventor y descubridor. Nació el 15 de abril de 1452 en Anchiano, cerca de Vinci, actual Italia, siendo hijo ilegítimo de un notario florentino y de una campesina (Leonardo acostumbraba firmar sus trabajos como Leonardo o Io, Leonardo (yo Leonardo), es decir, sin emplear el nombre de su padre, lo que induce a pensar que era hijo ilegítimo). Se crió en Florencia con su padre y aprendió en el taller de Verrocchio (Sus primeros bocetos eran de tal calidad que tan pronto como su padre los mostró al pintor Andrea del Verrocchio este tomó al joven de catorce años como aprendiz.); Leonardo estando en el taller de Verrocchio en 1476, fue acusado de homosexualidad.


Leonardo era elegante, persuasivo en la conversación y un extraordinario músico e improvisador. Desde temprana edad se destacó en la pintura, la geometría, la mecánica y la música. En 1478 Leonardo alcanzó la maestría. Su primer encargo fue un retablo para la capilla del Palazzo Vecchio, del ayuntamiento florentino pero no llegó a ejecutarse. Su primera gran obra, La adoración de los Magos (Uffizi), que dejó inacabada, se la encargaron los monjes de San Donato de Scopeto, cerca de Florencia, hacia 1481. A los 20 años ya es maestro independiente, interesándose mucho por descubrir nuevas técnicas para trabajar al óleo. Sin embargo, continuó ligado al taller de Verrocchio hasta prácticamente su marcha de Florencia. Su reputación crecía y los encargos aumentaban.


Otras obras de su etapa juvenil son la denominada Madonna Benois (c. 1478, actualmente en el Ermitage de San Petersburgo, Rusia), el retrato de Ginebra de Benci (c. 1474, actualmente en la Galería Nacional de Washington, EE.UU.) y el inacabado San Jerónimo (c. 1481, actualmente en la Pinacoteca Vaticana)


En 1482 se traslado a Milán, ofreciendo sus servicios a Ludovico Sforza, Duque de Milán; él se había ido a Milán como embajador de Florencia, dentro del plan de los Medici de difusión del arte florentino como motivo de prestigio e instrumento de propaganda cultural. En Milán estuvo durante 17 años, trabajando en varios proyectos de todo tipo, tanto artísticos como científicos, en los que el deseo de experimentar era su principal objetivo. Esto no le impedía realizar encargos ocasionales para Florencia, que frecuentemente dejaba inacabados.


Tras la invasión de Milán por las tropas francesas en diciembre de 1499, la familia Sforza fue expulsada, y Leonardo tuvo que regresar a Florencia para trabajar como ingeniero militar. Por esos años realizó múltiples disecciones, mejorando y perfeccionando su conocimiento de la anatomía.


En 1502 Leonardo entra al servicio de César Borgia, duque de Romaña, hijo del papa Alejandro VI. En su calidad de arquitecto e ingeniero mayor del duque, Leonardo supervisa las obras en las fortalezas de los territorios papales del centro de Italia. En 1503, ya en Florencia, fue miembro de la comisión de artistas encargados de decidir sobre el adecuado emplazamiento del David de Miguel ?ngel (1501-1504, Academia de Florencia), y también ejerció de ingeniero en la guerra contra Pisa. Al final de este año comenzó a planificar la decoración para el gran salón del Palacio de la Signoria con el tema de la batalla de Anghiari, victoria florentina en la guerra contra Pisa.


En 1506 regresó a Milán y al año siguiente entró al servicio de Luís XIII de Francia, para quien trabajó como pintor e ingeniero. Entre 1513 al 1516 está en Roma, pero consciente de que no puede competir con Miguel ?ngel y acepta la invitación de Francisco I de Francia trasladándose allí, falleciendo en el castillo de Cloux, cerca de Amboise, en 1519, una semana antes de su 67 cumpleaños. De acuerdo a sus deseos, 60 mendigos siguieron su ataúd y fue enterrado en la capilla de Saint-Hubert en el Castillo de Amboise.


Su vida personal es en gran parte un misterio; apenas han llegado indicaciones acerca de sus costumbres, gustos o defectos. Se sabe que era estrictamente vegetariano, por sus cartas y escritos sobre anatomía, en los que llama a los omnívoros "devoradores de cadáveres". También parece bastante probado que Leonardo era homosexual, sufrió persecución por este hecho y estuvo a punto de enfrentarse a la Inquisición. Sus protectores consiguieron siempre que eludiera el juicio público, que en otros casos terminaba con la quema en la hoguera de los supuestamente culpables. En cualquier caso, Leonardo permaneció soltero y sin hijos. Tampoco sus discípulos parecen haber recogido la herencia del maestro, al menos en el terreno pictórico. La obra de los que trabajaron con él es prácticamente desconocida y de escasa calidad.


SU OBRA


Artes


Su producción estuvo marcada por el interés hacia el claroscuro y el sfumato, la técnica con la que difumina los contornos, consiguiendo una excelente sensación atmosférica como se aprecia en sus obras más famosas, la Gioconda o Monna Lisa (1503-1506, actualmente en el museo del Louvre de París, FIGURA 3), de la que se destaca de forma especial la enigmática sonrisa de la retratada (Parece ser que Leonardo sentía una gran predilección por esta obra ya que la llevaba consigo en sus viajes) y La última cena (FIGURA 2) realizada de 1495 a 1497, pintura mural para el refectorio del monasterio de Santa Maria delle Grazie en Milán. Desgraciadamente, su empleo experimental del óleo sobre yeso seco provocó problemas técnicos que condujeron a su rápido deterioro hacia el año 1500. Desde 1726 se llevaron a cabo intentos fallidos de restauración y conservación y en 1977 se inició un programa haciendo uso de las más modernas tecnologías, como consecuencia del cual se han experimentado algunas mejoras. Aunque la mayor parte de la superficie original se ha perdido, la grandiosidad de la composición y la penetración fisonómica y psicológica de los personajes dan una vaga visión de su pasado esplendor.


Su faceta como dibujante también es destacable, conservándose una gran cantidad de apuntes. Al final de su vida sufrió una parálisis en el brazo derecho que le impedía pintar, pero no continuar dibujando y enseñando. Poco se recuerda de los alumnos de Leonardo, cuya maestría se impuso con diferencia a la de aquéllos que trabajaron con él. Entre sus colaboradores destacan los nombres de Francesco Melzi, Boltraffio, Lorenzo de Credi, Ambrogio y Evangelista de Predis, etc.


Leonardo representó una ruptura con los modelos universales establecidos durante el Quattrocento. Se opuso al concepto de "belleza" ideal, defendiendo la imitación de la naturaleza con fidelidad, sin tratar de mejorarla. Y así contempla la fealdad y lo grotesco, como en sus dibujos de personajes deformes y cómicos, considerados las primeras caricaturas de la historia del arte. Su dominio del color y la atmósfera le hace también el primero en ser capaz de pintar el aire. La perspectiva aérea o atmosférica, como hoy se conoce, es una característica inconfundible de su obra, en especial de los paisajes. Leonardo fue el primero en considerar que la distancia se llenaba con aire y que éste hacía que los objetos lejanos perdiesen nitidez y se viesen azulados.


La obra pictórica de Leonardo es muy escasa y discutida. El signo del artista fue el abandono sistemático de los proyectos que se le encargaban, sin importar las muchas medidas que tomaran los clientes mediante contratos, cláusulas, etc. En Roma fue alojado en el palacio del Belvedere, la residencia de verano del Papa, luego el rey de Francia le invitó al final de su vida y trató de acaparar sus escasas obras. Isabella d'Este, una de las mujeres más importantes de su época, le persiguió durante años para conseguir que terminara su retrato, del que sólo ha quedado un dibujo en muy mal estado.


Las obras de Leonardo han determinado la evolución del arte en los siglos posteriores, independientemente de que se trate de obras realmente del maestro o simples imitaciones o colaboraciones. El artista que tal vez se mostró más influido por la obra de Leonardo fue Durero (Alberto Durero es uno de los artistas más destacados del Renacimiento, nacido en la actual Alemania trabajo en la corte española de la época); al igual que el maestro italiano, Durero trató de demostrar el carácter científico de la pintura. También supo apreciar el interés de Leonardo por las proporciones del cuerpo humano, del caballo y de la arquitectura. Como Leonardo, Durero proyectó un Tratado sobre pintura y sobre proporciones que, igualmente, no llegó a publicar. Ambos artistas, cada uno en su país, dieron un vuelco a la pintura tal como se empezaba a delimitar tras la eclosión del Renacimiento y la dotaron de un aire de modernidad que se mantuvo vigente hasta el arte contemporáneo.


Otros aportes


Vivió en una época en la que el humanismo y el estudio de los clásicos estaban en plena vigencia; sin embargo, parece que tuvo dificultades intentando aprender latín y griego, los idiomas cultos y la llave de acceso a la cultura filosófica neoplatónica que dominaba Italia y parte de Europa.


Leonardo escribió la mayor parte de sus escritos en toscano, un dialecto florentino. Pero escribía al revés, como visto por un espejo. Él mismo no se definía como pintor, sino como ingeniero y arquitecto, incluso como escultor. Sin embargo su prestigio en vida alcanzó dimensiones prácticamente desconocidas. Por diversas constancias documentales, se puede afirmar que llegó a preconcebir el avión, el tanque de guerra, el esnórquel de buceo, el paracaídas y un artefacto parecido al helicóptero. Además hizo certeras observaciones sobre diversos restos de fósiles.


Sus detallados estudios de la anatomía, como por ejemplo el Hombre de Vitruvio (FIGURA 4), son quizás más impresionantes que sus trabajos pictóricos, al igual que sorprenden aún sus trabajos sobre ingeniería, los pájaros, el vuelo y otras áreas que suscitaron su insaciable curiosidad (FIGURA 5). El 3 de enero de 1496 ensayó una de sus máquinas para volar sin éxito.


Sus creaciones sobre temas técnicos y científicos eran registrados por Leonardo con minuciosidad y en ellos se combinaba perfectamente el arte con la ciencia para representar de la mejor manera posible la materialización de sus ideas. En 1502 Leonardo proyectó un puente de 240 m que formaba parte de un proyecto de construcción para el Sultán Bayaceto II de Constantinopla; la obra jamás se realizó.


Leonardo dotado de una aguda capacidad de observación, su aproximación a la ciencia nunca destacó por sus explicaciones teóricas ni por recurrir a experimentos; en cambio, para comprender los fenómenos que le interesaban los describía y dibujada hasta sus últimos detalles; planeando realizar una gran enciclopedia basada en detallados dibujos de todo lo conocido.


Tras su muerte, Leonardo se convirtió en el paradigma del "hombre del Renacimiento", dedicado a múltiples investigaciones científicas y artísticas. El proyecto, inacabado, que Leonardo realizó para un "Tratado de la Pintura", fue recogido por Francesco de Melzi. El joven no lo ordenó ni lo supo conservar para su publicación. Al cabo de los años se consiguió una edición provisional, desordenada, sin coherencia, pero que progresivamente se trató de completar para dar una orientación general de las ideas de Leonardo acerca de la pintura, la arquitectura, el cuerpo humano, la botánica... todos los temas, en fin, que ocuparon su mente a lo largo de su vida.


Leonardo nunca publicó o distribuyó los contenidos de sus manuscritos que permanecieron inéditos hasta el siglo XIX cuando pudieron conocerse sus contribuciones al desarrollo técnico y científico. Por esta razón L. Sprague de Camp le considera no como el primer ingeniero moderno, sino como el último de los ingenieros de la antigüedad, haciendo notar que tras la época de Leonardo se formalizó la publicación de los descubrimientos científicos. Aunque su obra conocida en esta especialidad no está escrita con suficiente rigor ni los resultados obtenidos fueron decisivos en aquel momento, merece, sin embargo, ser considerado en la historia del pensamiento matemático universal por sus prodigiosas intuiciones, en particular, las de carácter geométrico. También le interesaba a Leonardo la culinaria, a la que aportó innovaciones importantes, que han quedado reflejadas en un libro de cocina que redactó.


CONCLUSIONES


• Leonardo fue un gran hombre del Renacimiento que no solo produjo obras artísticas, sino también gran cantidad de estudios, ideas e inventos relacionados con gran cantidad de áreas científicas.


• La vida de Leonardo estuvo encerrada en un velo misterioso que el mismo se encargo de expandir.


• Su vida estuvo marcada en muchos momentos por la controversia y siempre obtuvo ayuda de poderosos señores de la época que lo sacaron de las dificultades, sobre todo con la inquisición.


• Los avances en técnicas pictóricas y de retratos marcaron una época que se extendería hasta nuestros días.


• Sus avances en anatomía, con principal énfasis en la descripción del cuerpo por medio de dibujos no solo ayudaron al desarrollo de las técnicas pictóricas, sino también fueron muy adelantados para su época en relación con la medicina.


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